Guillem Roca y Max Moliní
Sossy de Swert, profesora de primaria durante más de 41 años, nos explica cómo pasó de trabajar en laboratorios de microbiología al mundo de la docencia. Hoy, a sus 71 años y ya jubilada, sigue ayudando en el laboratorio de la escuela donde ha dedicado sus años como docente.
Aparte de la docencia ¿has trabajado en la empresa privada?
Sí, estuve trabajando 2 años en un laboratorio de microbiología y 2 años más en el departamento de galénica en un laboratorio farmacéutico.
¿Cómo valoras tu carrera como docente?
Estoy muy satisfecha de ver que no me equivoqué al dejar el trabajo de investigación en el laboratorio. Trabajar en una escuela con niños y jóvenes es tan apasionante como interesante.
¿Cuántos años llevas como profesora?
En la escuela he estado trabajando durante 41 años pero ya en la época de estudiante, impartía clases particulares a pequeños grupos de jóvenes. Hoy, a los 71, sigo dando clases particulares y ayudando en el laboratorio de la escuela donde impartí clases.
Cómo profesora de ciencias ¿qué consejo darías a los jóvenes que tienen problemas con las matemáticas?
Hay muchos alumnos que se enfrentan a las matemáticas con temor, pensando siempre que es la materia más difícil. No es así. Las matemáticas siguen una lógica que todo el mundo puede llegar a entender. Si se razona desde un principio no tiene que presentar ninguna dificultad.
¿Qué te marcó para dedicarte a la docencia?
Personalmente, creo que aunque la labor de un científico siempre es interesante no puede compararse con estar en contacto con niños y jóvenes acompañándolos en su aprendizaje y madurez.
¿Aparte de la docencia, has trabajado en la empresa privada? ¿De qué?
Sí, estuve trabajando 2 años en un laboratorio de microbiología y 2 años más en el departamento de galénica en un laboratorio farmacéutico.
¿Alguna vez has pensado en dejar la profesión de profesora?
No, nunca lo he pensado. Me gusta demasiado este trabajo.
¿Qué es lo más y menos gratificante de la profesión?
Lo más gratificante es comprobar que los alumnos van avanzando, aportando siempre mucha energía y cariño al profesor. Lo que menos es que a veces, te ves impotente frente a los problemas personales de un alumno y no está en tu mano el poder solucionarlo.
¿Qué es lo que más te enorgullece de tu profesión y de tu paso por las aulas?
Lo que más me enorgullece es el poder comprobar al cabo de los años que en la trayectoria que han seguido los alumnos he intervenido de forma positiva.
¿Recuerdas al profesor/a que más te marcó?
Sí, la profesora que más me marcó fue una profesora de química y matemáticas que tuve a los 15 años, en una escuela donde la mayoría de las profesoras eran religiosas.
¿Desde que empezaste como profesora hasta ahora, qué es lo que más ha cambiado?
La actitud de los padres frente a los hijos y a los profesores.
¿Cómo evalúas la entrada de las nuevas tecnologías y de las redes sociales en las aulas?
En principio todas las nuevas tecnologías en la enseñanza son muy positivas, pero parece ser que no siempre se utilizan de forma correcta, especialmente las redes sociales entre adolescentes.